Este artículo indica los errores más frecuentes que me he encontrado a la hora de realizar presentaciones. También, para cada error, propone una alternativa sencilla puedes poner en marcha. Te puedes guiar por ellos para empezar a hablar en público o para revisar una presentación y verificar qué estás haciendo genial y qué puedes cambiar para mejorar.

Error frecuente 1:

Querer contar TODO lo que sabemos sobre un tema y dar al público gran cantidad de datos difíciles, no sólo de memorizar, sino de seguir.

Alternativa:

Haz una lista con los puntos clave de ese tema. Selecciona los 3, como mucho 5, más importantes y construye con ellos la parte central de tu discurso. Si consideras que incluso puede ser difícil seguir ésos, marca el paso entre uno y otro claramente, y nómbralos en un resumen breve en tu conclusión.

Error frecuente 2:

Enfocarte en los nervios antes de empezar a hablar o anticipar errores o resultados catastrofistas.

Alternativa 2:

Céntrate en tu respiración. Los minutos antes de empezar a hablar, sobre todo si estás en soledad, practica unas respiraciones profundas, pausadas, que permitan que tu cuerpo se sienta relajado.

Error frecuente 3:

Revisar compulsivamente el texto que queremos decir, para que no se nos olvide nada.

Alternativa 3:

Ten un esquema con los 3-5 puntos claves que quieres mencionar. No es imprescindible que cuentes todo de una manera concreta, ni que te sepas tu discurso de memoria. En las conversaciones pasamos de un tema a otro de forma natural. Te recomiendo que a la hora de presentarlo, te centres en ese momento, en cómo lo estás contando, disfrutando lo que explicas, porque sabes mucho más del tema de lo que, a veces, eres consciente, y tu discurso quedará natural y bien hilado.

Error frecuente 4:

Llevar notas o un texto en la mano y leerlas durante la exposición. Por una parte, el papel que tenemos en las manos, se puede mover si estamos nerviosos y enseña nuestros nervios, que no se percibirían con los movimientos de manos normales que acompañan nuestras palabras. Por otra, si empezamos a leer, nuestro discurso es más aburrido y monótono y nos costará más mantener la atención del público.

Alternativa 4:

Puedes tener a mano una nota con los puntos clave, si quieres revisarla, pero mientras hablas, mantén la mirada en tu audiencia. Si quieres, puedes centrarte algo más en las miradas expresivas agradables, que te muestran que te están entendiendo, para poder apoyarte en ellas, y haz ciertos barridos para llevar tu atención al resto del público.

Error frecuente 5:

Hay gente que tiene la tendencia de esconderse o empequeñecerse cuando le entran los nervios y cruza las piernas, se “oculta” tras una mesa o atril y encoje la espalda al empezar a hablar. Estas posturas, además de alejarte de tu público, acentúan el estrés que sentimos y lo muestran. Por ejemplo, al hablar de pie y cruzar las piernas, tenemos más inestabilidad, con lo que nuestro nerviosismo aumenta.

Alternativa 5:

Vuelve a una postura en la que tus piernas estén ligeramente abiertas, casi como el ancho de tu cadera o de tus hombros, para que tu cuerpo esté apoyado y puedas centrarte en lo que cuentas. Escoge una posición en el centro del escenario / de la cámara, para que desde ahí puedas moverte ligeramente. Recoloca tu espalda, para que esté recta, apoyada sin tensión, mostrarás confianza e, incluso, ¡te la creerás!

Si quieres más recomendaciones sobre la postura o la voz a la hora de presentar, puedes leer el siguiente artículo:

Te dejo un vídeo de Amy Cuddy, “El lenguaje corporal moldea nuestra identidad”, que cuenta cómo influye la postura de nuestro cuerpo en cómo nos sentimos, por si tienes más curiosidad por este tema:

https://www.ted.com/talks/amy_cuddy_your_body_language_may_shape_who_you_are?language=es

Por último, si a menudo debes realizar tus presentaciones online, puedes leer esta entrada con recomendaciones específicas para hablar en público por videoconferencia.

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