A principio de año, solemos decidir nuestros propósitos. Sin embargo, no siempre los definimos de la forma más efectiva, ¿por qué nos pasa esto? Generalmente, porque los definimos con poca ilusión y poca confianza. Quizás porque no hemos conseguido algunos de nuestros propósitos en el pasado, y tenemos miedo de no conseguirlos tampoco en el futuro. Pensamos que ponernos metas es inútil y no nos sentimos fuertes como para hacerlas grandes y atractivas.
Esta falta de confianza, además de afectar a nuestros objetivos, se contagia a nuestras acciones: hacemos lo que tenemos que hacer en el día a día, sin pararnos a pensar en qué podemos hacer para conseguir el futuro que queremos.
Y es que el primer paso de conseguir un futuro deseado es… desearlo. Definir lo que deseas, que puede tener que ver con un puesto de trabajo soñado o con una relación o con dinero. Sin ninguna duda, definir tus objetivos es el primer paso para cumplir tus sueños personales o empresariales.
Al igual que en las empresas, donde sin objetivos no se puede planificar ni evaluar el progreso, las personas también somos menos eficientes sin metas: nuestras acciones pueden ser erráticas y se pierde energía, satisfacción y calidad de vida.
Tener objetivos definidos le da propósito a la vida.
¿Cómo definir objetivos? Sólo el hecho de definir metas es motivador. Por eso es el primer paso en un proceso de coaching. Lleva algo de tiempo hacerlo en detalle, decidiendo las carácterísticas que lo componen, para que no exista duda de que puedes conseguirlo y para ver los pasos de forma más clara.
En otros artículos te hemos contado cómo establecer objetivos de forma fácil y motivadora, así que probablemente ya sabes que tienen que ser tuyos (no lo que se espera de ti, sino lo que tú realmente deseas), que deben ser ambiciosos y se establecen para el largo plazo, para que puedas ver tu progreso y, si fuese necesario, cambiar tus acciones para conseguirlos.
Hoy te vamos a contar una herramienta clave para definirlos. Y así, dejarán de ser propósitos en el aire, para convertirse en metas hacia las que puedes avanzar.
La herramienta de hoy es el método SMART, que nos ayuda a fijar los objetivos de forma viable, realista e inteligente.
Método SMART
Este método es un acrónimo que forma la palabra inglesa “inteligente”, y cada una de las letras hacen alusión a las características que debes cumplir al momento de definir tus objetivos.
- Specific o específico:
Que especifique los detalles de los objetivos de forma que quede claro lo que exactamente quieres lograr. Es decir, no quedarse en generalidades como tener dinero, sino en detalle como si es cantidad de sueldo o dinero ahorrado en una cuenta o inversiones. No vale con decir que quieres un trabajo, sino de qué, en dónde, haciendo qué… Por ejemplo, en lugar de “Quiero una casa”, es mejor decir “Quiero una casa con cuantro habitaciones y de una planta, con jardín en el barrio TAL de mi ciudad”.
El tiempo invertido en darle detalles le sirve a tu cerebro para dos cosas:
La primera es para «darse cuenta» de que es algo importante para ti. Con lo cual, parte de tu cerebro inconsciente también está buscando formas de conseguirlo.
La seguda, para tener detalles en los que concentrar la atención. Tu cerebro empezará a estar atento a cuándo aparecen en tu entorno esos detalles que le has dicho y, así, te darás cuenta de ellos y conseguirás muchas más ideas para construir tu sueño (¿te acuerdas del efecto Clio verde fosforito, que te contaba en el artículo mencionado antes?)
- Measurable o medible:
Ahora le añadimos un número. Es importante que se pueda medir o contabilizar, para que puedas ver y medir tu progreso. Puede ser la cantidad de dinero ahorrado. En algunas ocasiones pueden servir medidas subjetivas, que tú establezcas del 1 al 10, como por ejemplo nivel de ilusión en tu trabajo o nivel de energía al levantarte por las mañanas. Idealmente, cuanto más objetivo mejor, pero sabemos que algunas de las metas que tenemos son muy muy subjetivas. Lo importante es que puedas evaluarlo y decidir si quieres cambiar algun detalle más o la acción que estabas haciendo para conseguirlo.
- Adequate o adecuado:
Es importante que consideres todas las consecuencias del objetivo, ¿consideras que es adecuado para ti, tu entorno y tu equilibrio?
En ocasiones, los objetivos no se alcanzan por si repercuten negativamente en otra faceta de nuestra vida. Por eso es interesante considerar esta influencia desde el principio, ya que se puede solucionar sencillamente: dándole más detalles a tu objetivo, para que lo enfoques de manera que no tenga estas consecuencias.
Por ejemplo: en lugar de decir quiero un trabajo con un sueldo mensual de XXX, quizás quieres decir quiero un trabajo de 6 horas al día con un sueldo mensual de XXX.
Quizás al principio parezca que es más difícil de alcanzar, pero es al contrario. Con un objetivo menos definido y con una sensación de que va a tener consecuencias negativas para ti, no hacemos nada para conseguirlo, por si nos perjudica. De la otra manera, podemos ir investigando cómo conseguirlo y cómo lo haríamos posible.
- Realistic o Realista:
Lo más probable es que, si lo has definido con detalle y tu obejtivo es tu sueño y sólo tuyo, la respuesta a esto es que no lo sabes. Que podría ser que sí o que no. Así que toca investigar quién ha conseguido algo parecido, qué ideas hay similares… hasta que puedas confiar en que lo puedes conseguir y quizás, incluso, hasta tener alguna pista de cómo.
Hay que tener cuidado con haber dicho que sí muy rápido a este punto, porque eso puede significar que es demasiado fácil, mientras que u objetivo tiene que requerir un esfuerzo. Debe ser atractivo para ti para que estés dispuesto a esforzarte, que sea un reto para ti y que también que sea posible de lograr.
Si es demasiado fácil de conseguir, corremos el riesgo de no trabajar mucho en él, porque es fácil y después, no lograrlo, puesto que no hicimos nada. Con el daño posterior que esto tiene en nuestra autoestima (si es que no consigo ni lo fácil, así como me voy a marcar propósitos el año que viene, no se me da bien…)
Tienen que ser retadores, realistas pero difíciles, que tengamos que esforzarnos un poco. Además, que parte del realismo se lo da el punto siguiente.
- Time-Bound o con horizonte Temporal:
Hay que poner un plazo. Sin esa fecha límite para cumplir un objetivo, lo postergaríamos y no lo alcanzaríamos nunca.
La recomendación, que este tiempo sea amplio para un objetivo grande, y que luego lo puedas dividir en pequeñas submetas asociadas a plazos de tiempo menores, Con esto, tendrás motivación para actuar, tiempo para cambiar de plan, si fuese necesario, y el ánimo de estar observando progreso constante.
Estos pasos intermedios sí pueden ser pequeños, también asociados a un tiempo menor.
Pasos a dar para cumplir tus objetivos
Cuando ya tengas tu objetivo bien definido, puedes pasar a los siguientes pasos. Claramente, para alcanzarlos, son igual de importantes:
- Detallar las acciones a corto plazo, son las que te ponen en el camino de alcanzarlos. Necesitan ser claras para el corto plazo, pero a medio y largo plazo pueden ser algo más abstractas o amplias.
- Actuar YA. No lo dejes, empieza por algo pequeño que puedas hacer en esta misma semana, lo importante es empezar cuanto antes.
- Equilibrar las distintas áreas de la vida. Como te hemos contado en otros artículos, tener un balance en las diversas facetas de tu vida, te da mayor bienestar y te permite ser eficiente en el camino a alcanzar tus objetivos.
- Realizar un plan semanal, al inicio de cada semana, decide las acciones que harás para llegar a tu meta y organízalas según tus prioridades. En general, no es tan importante que las hagas un día u otro, como que cada semana hagas cosas para alcanzar tus metas.
- En tu planificación, deja tiempo para imprevistos. En la vida surgen cosas, a veces temas urgentes con los que debemos lidiar y, otras veces, oportunidades que aprovechar. Permítete observar tu entorno y descansar.
- Con regularidad, revisa las acciones realizadas, el tiempo en que la realizaste y sus resultados para sacar aprendizajes y optimizar el proceso.
- Una vez al año, revisa tus objetivos. Puede que hayas cambiado de sueños y prioridades o que ahora sean más ambiciosos.
¿Y tú tienes el hábito de fijar tus objetivos? ¿Cómo lo haces? Cuéntanos en los comentarios.
Y, si te viene bien una ayuda para realizar mejor tu Gestión del Tiempo para conseguir tus objetivos, mañana doy una charla online con Interpretime Bank, puedes apuntarte aquí.
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