A menudo decimos que el coaching es un proceso de re-descubrir el talento de cada persona, ¿por qué? Porque somos muy conscientes de que el éxito y la autorrealización se consiguen cuidando y entrenando las habilidades que ya poseemos.

Sin embargo, es mucho más habitual que las personas que encontramos hayan dedicado su vida a corregir sus defectos, a tratar de no tenerlos o, por lo menos, que no se noten. Y lo han hecho tan bien, que se han olvidado de mirar sus cualidades.

En muchos talleres me encuentro con asistentes que, al hacerles la pregunta de qué se les da bien, me responden: pues… no sé, pero soy muy malo en X”. A veces, me responden con una pregunta: es mejor ser humilde y pensar primero los defectos, ¿no? y así poder ser realista. Quizás, es que de pequeños nos dio vergüenza destacar y escondimos lo que nos diferenciaba.

Si has dedicado casi todo tu autoconocimiento a buscar y corregir defectos, no te preocupes demasiado, es lo habitual. Pero te va a gustar esta opción mucho más. Usaré varias palabras casi como sinónimos: talento, cualidades, habilidades, fortalezas… Con todas ellas me estoy refiriendo a tus características positivas y, especialmente, a esas que se te dan a ti mejor que a la media.

¿Por qué es útil conocer tu talento?

Es mucho mejor tomar consciencia de las habilidades que de los defectos. Saber que sí podemos hacer, porque son ellas quienes nos vayan a ayudar a conseguir cosas, tanto en los buenos momentos de la vida como en los malos.

Esto no significa creer que lo hacemos todo bien, claro que no. Significa dedicarle atención a lo que sí, para poder repetirlo, para poder apoyarnos en esas cualidades cuando las cosas son difíciles, para poder confiar en nuestro potencial y en nuestra valía.

Como una vez escuché: no nos contratan por no hacer mal las cosas, nos contratan por lo que sabemos hacer bien.

¿Cómo (re)descubrir nuestras cualidades?

Te recomiendo hacer este ejercicio de vez en cuando. Si es la primera vez que lo haces, dedica unos minutos cada día de esta semana a él. Y si ya lo has hecho más veces, sigue repitiéndolo cada ciertos meses, puesto que descubrirás mucho sobre ti. Sobre todo, hazlo cuando te enfrentes a grandes cambios vitales: decisiones personales, cambios de trabajo… Así aprovecharás todo lo que vas descubriendo de ti con cada experiencia.

Te cuento distintas preguntas para hacerte con las que descubrir conocimientos, habilidades y talentos. Te aconsejo que cojas un papel y lápiz, y vayas anotando lo que te venga a la cabeza con cada una de las preguntas.

A través de actividades de ocio

1. ¿Cuáles son esas actividades que disfrutas? Artísticas, deportivas, sociales… Haz una lista. En estas actividades que haces porque te gustan, usas muchas de las cualidades que tienes de forma innata, ¿cuáles serían esas habilidades que subyacen a que te guste pintar, o escuchar historias de la gente, o entrenar en un equipo?

A través de lo que nos dicen otros

2. ¿Qué te han alabado? Eso que te han dicho que qué bien se te da, mientras tú tenías un poco de vergüenza porque pensabas que era fácil. Eso que a ti te parece fácil es lo que a los demás no, y por eso es uno de tus talentos.

Si en este punto, se te ocurren más rápidamente las cosas que te han criticado, dales la vuelta, ¿qué habilidad tienes que te ha permitido superar eso en lo que eres un poco más torpe? Por ejemplo, yo soy muy impaciente, lo quiero todo ya. Pero… si fuese así, ¿por qué en dificultades pasadas no me he dado por vencida? Tardé un tiempo en darme cuenta, pero resulta que, aun con mi impaciencia, soy muy persistente, y no me importa usar energía en insistir en lo que quiero.

Otra forma de tratar algunos defectos es pensar qué nos facilitan. Siguiendo con el ejemplo anterior, ser persistente es una cualidad, pero ser testaruda, que es el defecto de exagerar esa característica, sería un defecto, en el que yo puedo caer sin darme cuenta. Es decir, algunas de nuestras cualidades son nuestros defectos pero sin llevarlos al extremo.

A través de trabajar en grupo

3. ¿Qué te ha diferenciado del resto de personas en los grupos por los que has pasado? No importan tanto si los equipos eran de trabajo, en los estudios o en algun deporte. ¿Qué era eso que tú hacías mejor que los demás?

Por haber vivido distintas experiencias

4. ¿Qué habilidades has entrenado? Quizás haciendo tareas que no te esperabas en un trabajo, que resultó que te gustaron o que se te dieron bien, quizás porque te tocó irte a otro país… En tu pasado está mucho de lo que eres hoy, ¿cómo lo aprovechaste?

Con tests de Fortalezas

5. Mi test favorito es de las 24 fortalezas de la Psicología Positiva. Puedes hacerlo en su web, en la opción en español (https://www.viacharacter.org/survey/account/register) o puedes seleccionar entre las 24 fortalezas las 5 que tú sepas que mejor te definen:

1. Amabilidad
2. Curiosidad
3. Trabajo en Equipo
4. Ecuanimidad
5. Prudencia
6. Perspectiva
7. Inteligencia Social
8. Humildad
9. Creatividad
10. Honestidad
11. Autorregulación
12. Humor
13. Amor por el Aprendizaje
14. Valentía
15. Apreciación por la belleza y la excelencia
16. Gratitud
17. Entusiasmo
18. Liderazgo
19. Esperanza
20. Juicio
21. Amor
22. Espiritualidad
23. Perseverancia
24. Perdón

¿Cuáles serían esas cinco que mejor se te dan, que te salen de forma natural? ¿Cuáles dirían de tu las personas que mejor te conocen?

La Psicología Positiva habla de reconocer nuestras cualidades y potenciarlas como uno de los caminos para mejorar nuestro bienestar.

Reconocer nuestras cualidades para ser más felices

Pero no sólo es el bienestar interior, también son nuestras cualidades las que aportamos al mundo. Con lo que nos resulta más fácil triunfar usando lo que hacemos bien. Una vida bonita es esa en la que dedicas el tiempo a cuidar y entrenar lo que ya se te da bien, para que se te dé mejor, para seguir aportando cada vez mejores cualidades a los demás.

Además, es una herramienta clave en la gestión del tiempo, puesto que somos mucho más productivos usándolas para conseguir el resultado que queremos. Si conocemos nuestras mayores habilidades, podemos escoger la tarea que mejor se nos da y más disfrutamos. Sin ellas, tenderemos a escoger otra tarea alternativa, quizás porque nos la han recomendado por ser más habitual o  aparentemente más rápida. Pero que nos resultará más tediosa y puede que la hagamos regular o la pospongamos.

Pero sobre todo, tu talento es un pilar de la autoestima. Ser conscientes de que tenemos muchas cualidades positivas, nos hace sentirnos personas valiosas y únicas, disfrutar de cómo somos y con lo que hacemos. Nos permite mejorar lo que ya está bien.

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